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lunes, 21 de enero de 2013

Cómo ser un buen homeschooler


Palabras de Sandra Dodd: 

Pam Sorooshian ha escrito algo maravilloso y perfecto. No le puso un título y yo le he llamado "cómo ser un buen homeschooler", pero tabién podría llamarse "cómo ser un buen padre" o "cómo ser una buena persona". Es un resumen del mejor conocimiento sobre el unschooling de los últimos años. Ayudará a mejorar la vidas de las familias los próximos años. 

1. Da tu amor de manera generosa y la crítica de manera escasa. Se el compañero de tu hijo. Apóyale y respétale. Nunca empequeñezcas sus intereses, sin importarte que sean superficiales, sin importancia o incluso si sus intereses parecen equivocados. Se su guía, no un dictador. Enciende una luz delante de él y dale la mano, pero no le arrastres o empujes. Algunas veces te desesperarás cuando la visión de lo que tu hijo debería de ser es contraria a la realidad de su propia persona. Pero esa misma realidad también te puede dar muchas alegrías si aprendes a no aferrarte a tu propias nociones y expectativas preconcebidas 

2. Los niños educados en casa crecen en un ambiente estimulado y enriquecido rodeados de familia y amigos que normalmente resultan interesados e interesantes. Aprenderán muchas cosas y te sorprenderán repetidamente con aquello que saben. Si son apoyados en sus propias pasiones construirán fortalezas en las fortalezas y sobresaldrán a su propia forma, sea académica, artística, atlética, interpersonal o en cualquier dirección en que el niño se desarrolle. Una cosa lleva a otra. Una pasión por jugar en el barro cuando tienen 6 años se puede convertir en una pasión por la protección del medio ambiente cuando tiene 16 y una carrera como guardabosques en la edad adulta. Nunca puedes saber donde nos llevarán esos intereses de la infancia. Ten cuidado de no aplastarlos, sino alimentarlos 

3. Trae el mundo a los niños y los niños al mundo. Deleitaros en aquello que os acerca como familia. Ver la tele, películas, oír música o la radio. Reíros juntos, llorar juntos, asustaros juntos. Analizar, criticar y pensar juntos sobre vuestras experiencias. Averiguad lo que vuestro hijo ama y darle más, no menos. ¿qué es eso de particular que engancha tu hijo? Construye sobre eso. No actuéis con miedo. Pensad por vosotros mismos sobre vuestro propio hijo. No os dejéis llevar por pseudoestudios que se han hecho sobre niños escolarizados. 

4. Rodea a tu hijo de textos de todo tipo y él aprenderá a leer. Léele y lee delante de él, ayúdale, no le empujes. Los niños a los que se les permite aprender a su tiempo aprenden a leer en momentos muy diferentes. Algunos aprenderán a los 3 y otros a los 12 o más. No importa. Aquellos niños que no están leyendo SI están aprendiendo.- apoya su aprendizaje a su propia manera. Empujar a los niños a aprender a leer antes de qué están preparados es probablemente la mayor causa de antipatía hace la lectura, y esto sería lo mejor que les puede pasar. También puede causar discapacidades de lectura , y esto es peor. 

5. No importa cuando se aprende algo. Es perfectamente normal aprender cosas sobre dinosaurios cuando tienes 40 años. No tienen que aprenderlas cuando tienen 9. Es perfectamente normal aprender a hacer divisiones largas cuando tienen 16 años, no tienen que aprenderlo a los 9 o antes. Cuanto más tarde, resulta más fácil aprender las cosas, no más difícil 

6. No te preocupes si su aprendizaje es rápido o lento. No le examines para saber si va a la "velocidad correcta". Si les apoyas en un ambiente positivo de apoyo, tus hijos crecerán y aprenderán a su propio ritmo y puedes creer en ese proceso. Son como semillas plantadas en buena tierra, regadas y fertilizadas. No cavas para ver si las semillas crecen - eso dificulta el proceso natural. Confías en tus hijos de la misma forma en que confías que las semillas saldrán y se desarrollan unas plantas fuertes y sanas 


7. Piensa en lo que es realmente importante y mantenlo siempre al frente en tus interacciones con tus hijo. ¿Qué valores quieres pasarles? No puedes pasarles algo si no das ejemplo. Trátales de la misma forma que tu quieres que traten a los demás. ¿Quieres respeto? Sé respetuoso. ¿quieres que sean responsables? Se responsable. Piensa en cómo te ven ellos. ¿Les estás ordenando todo el rato? ¿Es eso respetuosos? Dices "estaré en un minuto" y tardas 20 mientras hablas con un amigo y ellos esperan? ¿Es eso responsable? Fíjate más en tu propio comportamiento que en el suyo. El Pago sera mayor 

8. Deja que los niños aprendan .No les protejas o controles tanto que no puedan tener la experiencias necesarios. Pero no utilices la excusa de "consecuencias naturales" para enseñares una lección. En vez de eso muestra amabilidad y consideración. Si ves un juguete en el camino, no lo dejes para que lo pisen y lo rompan, ponlo a un lado porque eso es una cosa amable y considerada que hacer y quieres pasar a tus hijos los valores de amabilidad y consideración. Las "consecuencias naturales "ocurrirán, son inevitables, pero no es "natural" si lo podrías haber evitado pero no lo has hecho. 

9. No podemos solucionar siempre todo para nuestros hijos o protegerles del dolor. Puede ser un balance delicado - ¿ Cuándo intervenir y cuando quedarnos fuera? La empatía puede tener un camino muy largo y puede ser todo lo que el niño necesita o quiere. Estate preparado para ofrecer más, pero deja que tu hijo sea tu guía. Tal vez necesita una guía, ideas, apoyo o intervención. Quizá no. Algunas veces lo mejor que puedes ofrecer es distracción. 

10. Se sensible al nivel de interés de tu hijo. No fuerces actividades que tu hijo no tiene interés en hacer. No dejes que tus intereses dicten las oportunidades de tus hijos. Si tu hijo quiere una mascota, se realista y no exijas la promesa de que él la cuidará siempre. Planea cuidarlo tú cuando el interés disminuya. Hazlo alegremente. Modela la alegría de cuidar animales. Modela la amabilidad y la utilidad. Ayuda al niño a organizar sus juegos para que sean sencillos de cuidar. Planea cuidar de ellos la mayor parte del tiempo, pero invita a tu niño a ayudarte de forma que resulten atrayente. Si tú actúas como si odiaras organizar y limar, ¿Por qué querría el niño hacerlo? Disfruta abiertamente del resultado de cuidar tus cosas - habla del espacio extra para jugar, de la facilidad para encontrar las cosas, qué agradable es abrir el armario y encontrar los platos y vasos limpios. Disfrutad del trabajo de casa juntos, no hacer una batalla de ello. 

11. No pases tus propios miedos y odios sobre el aprendizaje de ninguna cosa. Si odias y te dan miedo las matemáticas, déjalo para ti. Actúa como si fiera lo más divertido del mundo. Acurrúcate y haced matemáticas de la misma forma que leéis. Jugar a juegos y pasároslo bien. Si no puedes mantener alejada la negatividad, por lo menos intenta no hacer daño alejándote de ello. 

12. No intentes hacer que los niños piensen. Ellos pensarán, no tienes que hacer que piensen. No utilices cada oportunidad para que aprendan algo. Ellos utilizarán todas las oportunidades para aprender. No tienes que forzarlo. No contestes una pregunta pidiendo que "lo miren" o preguntándole otra pregunta. Si sabes la pregunta, dísela. Si no la sabes, ayúdales a encontrarla. Especular sobre una respuesta normalmente nos lleva a una conversación interesante. Si el niño piensa que no eres de ayuda cuando tiene preguntas, dejará de preguntar. ¿ Es eso lo que realmente quieres? 

13. Cuando ofreces distintas opciones a un niño, asegúrate que sean opciones reales. Ofrécele opciones tan a menudo como puedas. Trata de limitar los "tienes que" tanto como puedas.
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